El joven activista de 12 años y su madre fueron recibidos por el rector Daniel Bozzani en el marco del rechazo del Senado al veto de Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad.
La Universidad Nacional de Lanús (UNLa) recibió a Ian Moche, joven activista de 12 años que lucha por los derechos de las personas con autismo, y a su madre Marlene Spesso. La visita coincidió con el rechazo del Senado al veto del presidente Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad, una normativa que Ian y su familia defienden desde hace años.
Previo al encuentro con el rector Daniel Bozzani, Ian fue entrevistado por Radio UNLa, donde habló sobre su activismo, sus experiencias personales y la importancia de visibilizar las necesidades de las personas neurodivergentes.
“El autismo es una condición que hace que percibamos el mundo de una manera diferente… no hay personas mejores que otras, simplemente llegamos al mismo objetivo de forma distinta”, explicó Ian. Y agregó: “No todos tenemos las mismas llaves para abrir las mismas puertas, pero las puertas también tienen que estar adaptadas para que el camino duela menos”.
La vida cotidiana y los desafíos de la inclusión
Durante la entrevista, Ian destacó cómo pequeños cambios en los espacios cotidianos pueden mejorar la calidad de vida de las personas con autismo: “Muchas veces no es solo el ruido, son los olores, la luz, la gente… todos los sentidos están atravesados. Por eso, cuando entras a un lugar, te desregulás si no está adaptado”.
En relación a los diagnósticos tardíos y el camuflaje de rasgos, Ian afirmó: “Hay muchos autistas adultos no diagnosticados, especialmente mujeres, porque culturalmente aprenden a camuflar sus diferencias. No hay más hombres que mujeres, solo se invisibiliza a ellas”.
Su madre, Marlene, también reflexionó sobre la importancia de acompañar a los hijos: “La situación de lucha a la que nos sometieron fue innecesaria, pero nos da orgullo. Las personas con discapacidad son una minoría, pero tienen que ocupar su lugar y ser escuchadas”.
Y agregó: “A veces escuchás ‘te tocó un hijo discapacitado’, pero en realidad es todo el día un ser que te da amor, te abraza y te enseña mucho. Lo importante es el entorno que los rodea, la familia y la contención”.